Rusia está promoviendo activamente sus eventos culturales y deportivos, incluyendo una versión local del concurso de canciones Eurovisión, como parte de una estrategia más amplia para apoyar la narrativa de 'Occidente vs. Resto' del presidente Vladimir Putin. Esta iniciativa tiene como objetivo mostrar la destreza cultural de Rusia y fomentar un sentido de unidad global que no dependa de los Estados Unidos y sus aliados. Los esfuerzos de Moscú por organizar estos eventos se perciben como un desafío directo a la dominación cultural occidental, enfatizando la idea de que el mundo puede prosperar con sistemas culturales y políticos diversos. Esta acción se produce en medio de las tensiones continuas entre Rusia y los países occidentales, resaltando el intento del Kremlin de utilizar el poder blando para fortalecer su influencia y atractivo global.
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