Pavel Durov, el CEO de la popular aplicación de mensajería Telegram, actualmente está bajo investigación formal por las autoridades francesas. Este desarrollo ha generado un debate sobre el alcance de la responsabilidad que los líderes de las redes sociales tienen por las actividades realizadas en sus plataformas. El equipo legal de Durov ha desestimado las acusaciones como 'absurdas', argumentando que es irrazonable responsabilizar al CEO por actos criminales potencialmente facilitados por la aplicación. El Kremlin también ha intervenido, advirtiendo contra convertir la investigación en un caso de persecución política. A pesar de la controversia, Durov fue liberado de la custodia policial después de cuatro días de interrogatorio, con la investigación en curso.
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