Harris y Walz, a pesar de sus lazos laborales de larga data, están luchando por ganarse a los miembros clave de los sindicatos de base, como parte de una importante reorganización política alejándose del Partido Demócrata.
Cuando la Asociación Internacional de Bomberos la semana pasada decidió no respaldar a ninguno de los candidatos en la carrera presidencial, un desaire a la campaña de Walz-Harris que subraya un problema mucho más grande para la boleta. La decisión tomó completamente por sorpresa al equipo del vicepresidente.
La disminución de la influencia de los Demócratas en los sindicatos, especialmente en grupos industriales con una mayoría de hombres como los bomberos y los Teamsters, ha sido un punto de preocupación importante para los Demócratas desde que Harris tomó el lugar de Biden, quien fue ampliamente aclamado por los líderes sindicales como un firme aliado del trabajo organizado.
Para llenar ese vacío, Harris, que tiene un sólido historial pro-laboral pero pocas conexiones personales con los sindicatos del país, ha confiado mucho en Walz para ayudar a fortalecer el atractivo laboral de la boleta. En la campaña, el gobernador frecuentemente destaca el papel de Harris en la "administración más pro-sindical de la historia de EE. UU." bajo Biden.
Pero incluso Walz, con sus sólidas credenciales sindicales, enfrenta sus propios escépticos entre los…
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