Un poco antes, Donald Trump habló con cristianos evangélicos en Concord, Carolina del Norte durante su último evento del día.
Entre las decenas de personas en la multitud que mencionó estaba el ex candidato presidencial republicano Ben Carson, a quien Trump dijo que le había dicho en 2016 que Dios lo había elegido como el próximo presidente de los Estados Unidos.
En un momento, parte de la multitud coreó "Jesús" mientras Trump hablaba.
Hacia el final de sus comentarios, habló extensamente sobre el intento de asesinato en su contra el 13 de julio en Butler, Pensilvania, diciendo que sintió como si hubiera sido "derribado al suelo por una mano sobrenatural".
"Ahora reconozco que ha sido la mano de Dios la que me ha llevado a donde estoy hoy", dijo.
También afirmó, sin evidencia, que el FBI ha estado enviando "espías" a iglesias católicas. Afirmó que los demócratas consideran a los católicos como "potenciales terroristas domésticos".
Trump está utilizando los últimos días de esta campaña para tratar de apelar a los estadounidenses religiosos, incluidos católicos, evangélicos y judíos, en los últimos días de su campaña.
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