El Parlamento del Reino Unido se enfrenta a una gran confrontación sobre el proyecto de ley de Muerte Asistida propuesto, que permitiría a adultos con enfermedades terminales y menos de seis meses de vida buscar asistencia médica para poner fin a sus vidas. Los diputados con antecedentes médicos están instando a apoyar el proyecto de ley, destacando la necesidad de una reforma compasiva, mientras que otros siguen preocupados por cuestiones éticas y prácticas no resueltas. El futuro del proyecto de ley es incierto, con una votación final pendiente y un intenso debate público y político en marcha. Los defensores argumentan que el sistema actual es injusto, mientras que los críticos advierten sobre posibles riesgos y la necesidad de más salvaguardias. Las estimaciones sugieren que la ley podría llevar a hasta 4,500 muertes asistidas anualmente si se aprueba.
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