Un crucero con alrededor de 1,600 turistas israelíes fue impedido de permitir que sus pasajeros desembarcaran en la isla griega de Syros después de ser recibido por una gran protesta pro-palestina. Los manifestantes, sosteniendo banderas palestinas y pancartas condenando las acciones de Israel en Gaza, bloquearon el puerto y exigieron que el barco se fuera. Las autoridades griegas, citando preocupaciones de seguridad, mantuvieron a los turistas israelíes a bordo y finalmente el barco fue redirigido a Chipre. El incidente ha provocado tensiones diplomáticas, con Israel instando a Grecia a tomar medidas y Grecia condenando la protesta como antisemita. El episodio destaca la creciente reacción internacional contra Israel por la guerra en Gaza y los riesgos que enfrentan los viajeros israelíes en el extranjero.
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