En medio de la creciente indignación internacional por la empeoramiento de la crisis de hambre en Gaza, Israel ha anunciado que permitirá a países extranjeros, incluidos Jordania, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido, reanudar el lanzamiento de ayuda humanitaria en el territorio. La medida se produce mientras los informes de desnutrición y muertes por inanición entre los gazatíes, especialmente niños, continúan aumentando, con grupos de ayuda advirtiendo que los lanzamientos aéreos son insuficientes en comparación con la escala de necesidad. Israel sostiene que no hay una hambruna generalizada, pero admite problemas logísticos y ha enfrentado críticas por restringir las entregas de ayuda terrestre. Las Naciones Unidas y organizaciones humanitarias han pedido un alto el fuego y acceso completo para la ayuda, mientras que algunos acusan a la ONU de no distribuir los suministros disponibles. La reanudación de los lanzamientos aéreos se ve como una respuesta a la presión diplomática global, pero muchos advierten que es solo una medida temporal ante una catástrofe humanitaria que se profundiza.
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