Varios gobernadores demócratas, incluidos Tim Walz de Minnesota y Laura Kelly de Kansas, están abandonando la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA), una organización tradicionalmente bipartidista. Su salida se debe, según informes, a la frustración por la falta de una fuerte oposición de la NGA a las acciones del ex presidente Trump que afectan la gobernanza estatal. Algunos gobernadores demócratas también están considerando retener el pago de las cuotas de membresía, señalando divisiones más profundas dentro del grupo. El próximo presidente de la NGA ha expresado su decepción, acusando a los gobernadores salientes de politizar la asociación. Esta división destaca las crecientes tensiones partidistas y los desafíos al bipartidismo entre los líderes estatales.
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