Israel ha anunciado 'pausas tácticas' diarias en las operaciones militares en partes de Gaza para permitir que llegue más ayuda humanitaria a los civiles, tras la creciente crítica internacional y los informes de una amplia hambruna. Las entregas de ayuda, incluidos los lanzamientos aéreos de Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, se han reanudado, pero las organizaciones humanitarias advierten que la asistencia sigue estando muy por debajo de lo necesario para abordar la crisis. Las Naciones Unidas y otras agencias han descrito la situación como catastrófica, con muchos gazatíes muriendo de hambre y desnutrición. El Primer Ministro de Israel, Netanyahu, enfrenta una intensa presión tanto a nivel nacional como en el extranjero, ya que los críticos argumentan que las políticas cambiantes del gobierno carecen de coherencia y no abordan adecuadamente el desastre humanitario. A pesar del aumento de la ayuda, el caos y la violencia persisten alrededor de los sitios de distribución, y los expertos advierten que solo un alto el fuego sostenido y un flujo de ayuda sin restricciones pueden evitar una mayor catástrofe.
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