Grecia y Turquía están enfrentando una grave crisis a medida que los mortales incendios forestales, alimentados por temperaturas récord y fuertes vientos, han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares y destinos turísticos. Las temperaturas han alcanzado más de 50°C en Turquía y más de 44°C en Grecia, creando riesgos extremos de incendio y graves preocupaciones de salud. Los bomberos, apoyados por equipos y aeronaves internacionales, están combatiendo docenas de incendios en ambos países, con algunas áreas cerca de Atenas y en islas populares especialmente afectadas. Los incendios forestales han resultado en múltiples fatalidades, incluidos los socorristas, y han causado una destrucción generalizada de propiedades y paisajes naturales. Las autoridades advierten que, a pesar de algunas mejoras, el riesgo sigue siendo alto ya que la ola de calor persiste, interrumpiendo los viajes y amenazando con más devastación.
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